lunes, 12 de marzo de 2012

Si yo…


Si yo…


“Si yo… entonces no conozco nada del AMOR DEL CALVARIO”.
Amy Carmichael

Me pregunto: ¿Conozco algo del AMOR DEL CALVARIO?
Quizá pueda tratar de entenderlo por narraciones, literatura, testimonios, pero, realmente lo conozco?

Es fácil decir “Dios te Ama”, quizá entenderlo, pero conocerlo?

“Dios es Amor”, quiere decir que Dios no “contiene” amor, sino que es la fuente de amor, es intrínseco, es él. Entonces no puedo conocer el amor si no lo conozco a él.

Ahora puedo amar a Dios, a mis padres, a mis amigos, a mis enemigos… pero sucede que es aun insuficiente…

“Amaos los unos a los otros COMO YO os he amado..”

¡Si yo,… entonces no conozco nada del AMOR DEL CALVARIO

Al siquiera tratar de comparar mi amor con el “AMOR DEL CALVARIO” lo encuentro sumamente insuficiente…

Como puedo decir que “amo” a alguien cuando no quiero hacer un mínimo esfuerzo por el? Como puedo conformarme en hacer el “esfuerzo mínimo” cuando el AMOR DEL CALVARIO es el máximo?
Como puedo no amar con el AMOR DEL CALVARIO cuando se que de esa manera fui amada primero?
Como es que aun puedo reclamar retribución a la pizca de “amor” ofrecida cuando olvido al mismo Dios que me ama con el AMOR DEL CALVARIO?
Como es que aun puedo acudir al orgullo y creer que soy algo cuando el AMOR DEL CALVARIO es ciertamente gigante, pero a la vez lo único que poseo?
Como es que aun nos preocupemos por nuestra “posición social” cuando el mismo Dios se humillo a si mismo?
Como es que aun anhelamos los mejores templos para nuestra comodidad cuando AMOR DEL CALVARIO es el único que puede llenarnos totalmente?
Como es que aun conociendo al Dios de amor no podamos conocer el AMOR DEL CALVARIO?

“Si  yo ambiciono algún lugar en la tierra distinto al suelo polvoriento en la base de la cruz, entonces no conozco nada del amor del calvario”.

Ciertamente no se considera “buena aspiración” estar en el “suelo polvoriento…” pero el que sea “en la base de la cruz…” hace que sea un honor.

A mi Señor no le preocupo aspirar a la cruz. Lo que nos hace grandes no es lo que aspiramos, sino el AMOR DEL CALVARIO.

Como es que aun  no conozco ese AMOR DEL CALVARIO?
Porque aspiro a todo menos a ese suelo polvoriento…