lunes, 9 de marzo de 2015

¿QUÉ SABES TÚ QUE NO SEPAMOS?

¿QUÉ SABES TÚ QUE NO SEPAMOS?
Job 15:9

Llega el turno del juicio de Elifaz. Él se propone no condenar sino desenmascarar a Job,  quien defendía su integridad.

Elifaz se atribuye justicia y sabiduría destacando las cabezas canas y edad avanzada de los confrontadores.  Por lo tanto, si Job se consideraba Justo, no era el único que estaba en la condición de serlo. Si sabía o entendía algo, ellos también se encontraban en tal posición.

Sus amigos ‘confrontadores’ le instan a considerar y apreciar las palabras que con dulzura se le manifestaban (acusaciones directas). Job, en su defensa declara: “Consoladores molestos sois todos vosotros. Dios ha escondido de vuestro corazón la inteligencia”.

Pero, ¿qué sabía Job que ellos (sus amigos) ignoraban? Lo que tú y yo muchas veces ignoramos y con ligereza emitimos juicios absurdos, incoherentes, desatinados, ridículos y crueles: LA VERDAD.

La verdad en esta historia es que Job era inocente, y las acusaciones, falsas. Las intenciones eran buenas, pero el diagnóstico equivocado. Los jueces pudieron ser los indicados, pero no el juicio. La reflexión es clara: Cuando la verdad se torne incomprensible o incompleta, abstengámonos de juicios.


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