lunes, 7 de enero de 2013

LUEGO DIJO DIOS (…) Y FUE ASI



Cuando encuentro a alguien que es hábil en una determinada área (Biblia, arte, comunicación, números) me limito a preguntar. J
No es que no tenga ‘sentido crítico’ o que acepte todo lo que dicen, solo que saben más que yo. Al preguntar se aprende y pues, darles alguna recomendación no está de más para alguien que está seguro de su habilidad (de lo contrario pensarían que trato de aguarles la fiesta).
Del mismo modo sucede con expertos en leyes, ingenieros, arquitectos, y más. No es que nuestras ‘recomendaciones’ no sirvan, solo que ellos saben cómo hacer su trabajo, y lo hacen bien porque aquí los expertos son ellos y no nosotros. ;)
Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así” (Gn 1:6-7).
Dios en toda su autoridad y sabiduría define que lo que dice, así sea.
En toda su autoridad nos dice que lo obedezcamos y en toda su sabiduría nos dice que solo así nos irá bien.
En toda su autoridad nos dice que honremos a nuestros padres y en toda su sabiduría nos dice que eso es justo.
En toda su autoridad nos dice que guardemos nuestro corazón y en toda su sabiduría nos dice que de él mana (brota) la vida.
Se me viene un verso a la mente: “Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
Son innumerables las veces que no he entendido el porqué del Señor, o que he cuestionado su proceder.
Pero estoy segura de algo ahora: Aquí Él Experto es ÉL*