EN EL PRINCIPIO
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”
Génesis
1:1 despierta un GRAN dilema entre la cosmovisión evolucionista y la
creacionista (incluso la deísta). Y es que afirmar Génesis 1:1 o negarlo, es un
asunto serio. Si Dios no es el Creador, ¿quién fue? Es cierto que no hay lugar
a especulaciones, pero, ¿realmente podemos “chantar” esta responsabilidad a la
‘madre’ Casualidad, decir ser ateo y asunto terminado? Pues, lo anterior es
ridículo.
No
pretendo ahora aquí presentar argumentos de creación y evolución. Mi intención
es meditar en este versículo y hacerla mi afirmación o vivir ajena a ella.
Siendo
que tanto evolución como creación son ‘teorías’ (por no pasar una fase del
método científico: observación) trataré de ser coherente con mis alternativas:
a)
Si
acepto esta afirmación, debo aceptar la fidelidad de esta fuente y ser
coherente. Si acepto la fidelidad de esta fuente, automáticamente percibiré una
deidad suprema cuyos atributos y/o perfecciones se expresan amplia y claramente
en la misma. (…)
b)
Si
no acepto esta afirmación, puedo vivir ajena a ella y ser coherente. Puedo no
aceptar la fidelidad de esta fuente o aceptar muchas fuentes. Puedo no percibir
una autoridad suprema o aceptar muchas autoridades supremas. (…)
Lo
tomo o lo dejo simplemente, diríamos. Pero eso NO RESUELVE NADA.
Si
no hubiese Dios (suposición para creacionistas) lo peor que me pudo suceder fue
no experimentar la llamada “libertad” y
experimentar la satisfacción de llevar una vida piadosa.
Si
hubiese Dios (suposición para evolucionistas) lo peor estaría por suceder, el
juicio.
Dios
en su “ética profesional” (llámalo como quieras) no se hace “paltas”. Él se
describe en su palabra y es fiel en lo que enseña. Puedes llamarlo mentiroso y
negar o ridiculizar sus afirmaciones, pero no puedes cambiar los hechos o
fabricarte un nuevo Dios de acuerdo a tus intereses. Dios actúa de acuerdo a su
soberanía ayer, hoy y siempre.
Referencias
-
Gn.
1:1: “En el principio creó Dios lo cielos
y la tierra”.
- Blas Pascal: “Prefiero
equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en
un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo
sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien,
tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo.”
-
C.S
Lewis en ‘Mero Cristianismo’: “Un hombre que fue meramente un hombre y
que dijo las cosas que dijo Jesús no sería un gran maestro moral. Sería un
lunático —en el mismo nivel del hombre que dice ser un huevo escalfado— o si no
sería el mismísimo demonio. Tenéis que escoger. O ese hombre era, y es, el Hijo
de Dios, o era un loco o algo mucho peor. Podéis hacerle callar por necio,
podéis escupirle y matarle como si fuese un demonio, o podéis caer a sus pies y
llamarlo Dios y Señor. Pero no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca
de que fue un gran maestro moral. Él no nos dejó abierta esa posibilidad. No
quiso hacerlo.”
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